En Aragón existen muchísimos pueblos y sus historias no deben ser olvidadas. Este es el caso de Escó, un pueblo que merece estar en nuestra memoria.
El embalse de Yesa, el principio del fin
Ya sabéis que me gusta mucho hablar de Zaragoza y sus curiosidades, pero ¿por qué centrarse solo en la ciudad, si tenemos toda la provincia por descubrir? ¡Hoy toca salir de la ciudad! Además, he de reconocer que estaba navegando por Instagram y encontré la foto que me inspiró a escribir esta entrada.
Como ya os he dicho hoy hablamos de Escó, un pueblo de la comarca de la Jacetania. Casi en el límite entre Aragón y Navarra aparecen los restos de un pueblo fantasma.
Nos remontamos a los años sesenta, en pleno auge de la construcción de embalses en España. En concreto, nos centramos en Yesa (Navarra) y en el represamiento del río Aragón.
Este embalse, conocido con el sobrenombre de mar de los Pirineos, cuenta con la mayor superficie navegable de Aragón puesto que la mayor parte del pantano se encuentra en nuestra tierra.
Su inauguración provocó el abandono de los pueblos Ruesta, Tierma y Escó, afectando a más de 1.500 personas.
Escó, un pueblo fantasma
Así es como empezó el principio del fin para Escó y sus habitantes, que aún recuerdan su pueblo y todo lo que en él vivieron.
A pesar de su estado actual, la historia de Escó se remonta a la Edad de Bronce y, en sus alrededores, se han encontrado restos de la época celta y romana. ¡Es fascinante!
¡Pero no solo pasaron por aquí celtas y romanos! Esta localidad fue un importante enclave estratégico con castillo en la Edad Media. Este castillo junto con las tierras de Trasmoz, Gallur, Petilla y Peña fueron empeñadas por el rey Pedro II a Sancho VII el Fuerte de Navarra. Y en 1.414 el castillo y Escó formaron parte de la Corona, gracias al rey Fernando I de Aragón.
El pueblo de Escó en la actualidad
De un pueblo de 250 habitantes en los años cincuenta, a 4 habitantes hoy en día. Esa es la realidad de Escó, cuyos habitantes actuales se dedican al pastoreo de ganado de lanar.
Tristemente los pueblos abandonados son cada vez más, debido a la emigración de sus habitantes a núcleos mayores. Por ello surgen asociaciones que quieren revivir sus pueblos y conseguir que estén habitados de nuevo. Es el caso de la Asociación Pro Reconstrucción de Escó, que lucha por reconstruir su pueblo y devolverlo a la vida. ¡Ojalá lo consigan y podamos disfrutar de Escó de nuevo!
¿Conocíais la historia de Escó? ¿Lo habéis visitado alguna vez? Contádmelo en los comentarios, nos vemos por las redes 🙂
Suso
27 octubre, 2021 — 21:52
Esta muy chulo y es muy interesante. ¡Ojalá se consiga revivir el pueblo!
lucas_zf
4 noviembre, 2021 — 09:46
¡Ojalá! Y ojalá pase eso con todos los pueblos de la España vaciada
José Romero Escot
24 marzo, 2022 — 19:50
Me parece muy interesante el tema
Juan Luis
21 julio, 2022 — 17:43
Dos veces he estado en Escó. Me pareció un pueblo fantasmagórico pero bello al mismo tiempo.
Yinethmarisol@hotmail.com
6 septiembre, 2023 — 21:38
Nosotros entramos en una casa qu esta frente al lago..para descansar un rato.a media tarde..y empezaron uno ruidos.dentro de esa casa.como si estuvieran haciendo una reunión..salimos..volando de ahiiii
Zara Georgieva Dzhepkova
8 junio, 2024 — 23:13
Fuimos de paseo por pantano de Yesa y nos llamado atención algo parecido a pueblo,pero muy arruinado
Decidimos visitarlo
Subimos con el coche hasta la entrada del pueblo y luego andando
Me parecía que estaba en un cuento de Jan Andersen,las casas solo con paredes,algunas con una pared,sin techo. Ninguna señal de vida. Los pinos que tenía en su alrededor eran asustables y en el mismo tiempo bonitos Vimos unos perros grandes que tenían su ganado
Оjala que revive este pueblo!
Mertxe
21 julio, 2024 — 16:45
Lo hemos visitado a la vuelta del valle de El Ronkal,nos ha parecido fascinante, qué bonito sería que se volviera a reconstruirse.
En una casa,se oía la radio y parece que está habitada,es la que mejor se conserva
La iglesia se mantiene por fuera bastante bien, el cementerio se ve bastante cuidado
Al estar en un alto hay una panoramica preciosa hacia el embalse de Yesa.